Deserto particular

En este fascinante y complejo retrato de la sociedad brasileña, Daniel, de 40 años, ha sido suspendido de su puesto en la policía por agredir a un nuevo recluta. Nuestro hombre tiene muchas cosas en mente: no sólo la investigación interna por violencia, sino también la ayuda que necesita su padre enfermo, un exsoldado que ahora requiere atención las 24 horas. Daniel busca trabajos de poca categoría –como hacer de portero en un club nocturno– y lidia con su hermana, que quiere trasladar a su padre a una residencia de ancianos y que se ha enamorado de una mujer, cosa que él desaprueba profundamente. Cuando Sara, con la que ha ligado por Internet, deja de responder a sus mensajes de texto, Daniel decide conducir hacia el norte en su busca y se lanza a algo que parece imposible. Va mostrando la foto de Sara, pero nadie parece reconocerla hasta que finalmente aparece un chico que dice que les puede poner en contacto con unas condiciones muy específicas. Un drama sentimental disfrazado de road movie donde el protagonista va descubriendo un lado indescriptible de sí mismo, una película que logra captar la atención de los espectadores con una buena dosis de suspense. Una obra finamente equilibrada que cuestiona el concepto de libertad personal y las jaulas mentales que nos construimos.